Secado de madera
La humedad relativa juega un papel esencial en el secado de la madera, junto con el tiempo y la temperatura. Generalmente estos parámetros se basan en una experiencia de secado previa, con el objetivo de optimizar el tiempo de secado y minimizar el agrietamiento de la madera. Los parámetros del proceso son exclusivos del sistema utilizado, donde las diferentes maderas y las variaciones estacionales que afectan el resultado. Esto hace que el secado de la madera sea un proceso muy complejo, ya que para lograr los mejores resultados, la humedad relativa debe ser monitoreada continuamente.
La madera es un material poroso, es decir, es higroscópico, absorbe la humedad para alcanzar un equilibrio con el medio ambiente. Las propiedades mecánicas de la madera varían con la temperatura, la presión y el contenido de humedad. En la mayoría de las aplicaciones, la humedad en las células de la madera se debe eliminar para permitir el procesamiento y para proteger la madera contra hongos azules, otros hongos y moho, además de las grietas. El contenido de humedad inicial de la madera verde, es decir, la madera recién aserrada, varía de 50 a 100%, según la especie. Cuando se utiliza como material de construcción en, por ejemplo, una zona con clima templado, la madera se seca hasta un contenido de humedad del 18%, mientras que para la carpintería, el contenido de humedad ideal es del 10% al 15%.
La precisión de las mediciones de humedad relativa es realmente importante. Afecta directamente a la calidad del proceso de secado e indirectamente a la capacidad de las instalaciones. Las mediciones inexactas pueden causar los siguientes problemas:
- Si la humedad relativa se muestra de manera incorrecta como demasiado húmeda, la madera podría agrietarse debido a la sequedad excesiva. La sequedad excesiva también desperdicia energía y utiliza de manera innecesaria la costosa capacidad de las instalaciones.
- Si la humedad relativa se muestra de manera incorrecta como demasiado seca, las condiciones humedad excesiva ralentizarán el proceso de secado, lo que llevará a tiempos de secado más largos y a una reducción de la capacidad.
Tres factores principales ayudan a mantener la precisión de las mediciones: comprobación de que el dispositivo de medición esté instalado correctamente, uso del sensor adecuado y calibración regular.
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